Cristina, las bragas y el Servicio Público

No sabía que ponerse y no se puso casi nada. Eso le debió pasar a Cristina Pedroche en fin de año, para invitarnos a tomar las uvas de la superstición con ella. ¡Vaya noche! Porque creo que la cosa iba de una apuesta de desnudarse o algo así, pero no me hagáis mucho caso que tampoco llevo la materia al día.
Cristina antes de esta nochevieja ya tenía seguidores y seguidoras, detractoras y detractores, de estos últimos conozco menos. Ella juega un papel, al menos eso creo, de inocente/pava, picarona y soltera. No sé que tendrá de todas o algunas de esas cosas, pero tonta no la veo, la verdad, siempre me resultó inteligente aunque no esté de acuerdo con el papel que representa de niñata de barrio, provocativa y erótico-festiva.
Pero llegados a #2015 creo que no vale todo por la audiencia. Nos estamos moviendo (muy lentamente) para que no se tome a la mujer, su imagen y su cuerpo como objeto ni mercancía ni negocio de ningún tipo. Sobre todo en la tele y los anuncios es donde más peligrosa es esta situación por lo que tiene de referencia y modelo a seguir. Buscamos la igualdad también el trato y los denunciamos cuando son vejatorios. Y aunque de siempre en la tele, en noche vieja o no, ha habido señores muy vestidos y abrigaditos y señoras muy monas y pasando mucho frío, hay líneas que son peligrosas de cruzar.

No dudo que habrá sido interesante el número de seguidores que esta chica haya conseguido en Twitter o la subida en el ranking que la Sexta haya tenido para los anunciantes, pero no es ese el camino. Además Cristina te digo algo, una vez vale, pero lo tuyo está empezando a ser costumbre y debes saber que eres ejemplo y modelo para muchas chicas, sean de barrio o no, que lo que haces es una referencia para ellas que ven en tu forma de ser y mostrarte éxito y alegre descaro, ven diversión y pasta y que van a entender que el camino es ser mujer objeto porque ahí está el chollo.

Malena Costa con el mismo vestido

Y las cosas no van así, esto no se puede convertir en moda. Y no es verdad que por ser mona tengas que hacer el papel de tonta.
Hay quien culpa sólo a los medios de comunicación y las productoras de plantear a las chicas estos papeles para impulsar sus carreras y que esto tiene como consecuencia que profesionales "de verdad" no sean contratadas. Ni por supuesto estoy conforme con generalizar y criticar a todas las presentadoras de La Sexta  por creer que "siempre han sufrido una puesta en escena cercana a la de una vedette de revista" en lo de los medios, me sumo a la crítica por supuesto, que mucha, mucha, mucha responsabilidad tienen. Pero no es el único bosque que esas bragas negras no nos dejan ver. Sólo nombrar a  Mamen Mendizábal, Ana Pastor o Cristina Pardo es suficiente para que esos argumentos caigan por si solos. ¿O es que hay quien piense que no se pueden contratar profesionales guapas sólo por que lo son? Creo que la responsabilidad de la cadena es obvia y la de las mujeres que se prestan y militan en ser mujer objeto, desde luego que también.

Pero como la noche estuvo movidita, también llegó el "bastinazo" de Canal Sur y su mala programación, descuido o error fatal de los anuncios en las campanadas. Han pedido que rueden cabezas y alguna ha caído, se han pedido miles de perdones a la audiencia de Andalucía y de fuera de estas tierras, alguna familia se ha hecho famosa por tomárselo (las uvas también) como tiene que ser, con sentido del humor y el PP pide llevarlo al Parlamento. ¿Lo de Bankia o TV3 me preguntas?. No claro que no, quieren llegar hasta el fondo de qué pasó para que no salieran las campanadas por la tele.
Por supuesto que está la teoría de la conspiración y una de ellas acusa por supuesto a la plantilla. Alguien que allí trabaja ha querido, según ellos, reivindicar la readmisión de los trabajadores de CocaCola tras el ERE y que se cumpla la sentencia que así lo determina. En esto, un kitkat. Sé que es la economía de mercado, que una cadena pública soportada sólo con impuestos en estos momentos es complicado por no decir imposible, pero el anuncio elegido para marcar las campanadas ha sido una mala elección. 239 Trabajadores pendiente de readmisión que fueron despedidos por un ERE basados en causas económicas (obra y gracia de la reforma laboral) y que esperan que se ejecute la sentencia de readmisión.

¡Pero qué digo! Si la propia Junta de Andalucía tiene a 800 trabajadores en igual situación. ¡Qué despiste el mío! Si el Supremo ya le ha dicho a la administración autonómica que los 800 Agentes locales de empleo que trabajaban en las UTEDLT han sido despedidos con defecto de nulidad y los tiene que readmitir. ¿Qué cuanto hace de esto? Lo suficiente para que se hayan ejecutado embargos de sus casas, hayan emigrado a Alemania como conductores de autobuses o estén viviendo con sus familias de la caridad de sus mayores.
Volviendo a las campanadas, lo más razonable es que se deba a un error fatal, fatal por ser irreversible. Pasó y ya está y puede que se programara el anuncio a las 00.00.10h en vez de a las 00.01.00h. ¿Y qué pedimos ante tamaña ofensa? Que se cierre, que se privatice, que eliminen el despilfarro de un servicio público. A la mínima pasan estas cosas, otro destape, esta vez el de los neoloiberales, los enemigos de lo público, de lo que es de todos y un negocio que ellos quieren para sí.

@enelreves


Imagen cabecera: Le Déjeuner sur l'Herbe. Manet

Enlaces:
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