Una noche cualquiera, estrenando el fin de semana y tu barrio se convierte en un infierno.
Las noticias, esas que hacen cortar la emisión del programa de la tele,
suman muertes hasta la masacre.
Me dirijo a vosotros porque creo, creemos, que es cosa de todos. Debemos estar movilizados tantos hombres y mujeres como sea posible para empezar una revolución.