Esta es la entrevista que le hice a Antonio Roldán
para un trabajo de la Universidad. Debía ser una entrevista a alguien
que hubiese vivido la guerra o la posguerra y tener un enfoque social.
No
había nadie mejor que Antonio para resaltar lo que pretendía, a un tipo
de personas anónimas que lucharon durante toda su vida laboral ( y aún
hoy desde su jubilación) por los derechos laborales y las injusticias
sociales.
Nunca tuvo "cargo" en la organización de CC.OO., siempre trabajó desde la empresa y el comité.
Muchas
veces de acuerdo y otras no con su organización, siempre acató las
decisiones tomadas democráticamente en el sindicato y las defendió. Pero
nunca dejó de decir lo que pensaba y enriquecer así a las comisiones
obreras.
Es referente y amigo de sus compañeros en la Sección Sindical y fuera de ella, y es, como le dije en su jubilación de La Gente Que Me Gusta.
ENTREVISTA
Su
Familia
Pregunta:
¿Cuántos erais en casa?
Respuesta:
En casa éramos cinco personas, el matrimonio, y…dos [resopla,
mira al techo y muestra signos de nerviosismo ante la entrevista],
éramos seis, perdona… éramos tres varones y una hembra
P:
¿Qué salario entraba en casa? ¿Dependía sólo del trabajo de tu
padre?
R:
Dependía sólo del trabajo del cabeza de familia, de mi padre en
este caso.
P:
¿Dónde vivíais? ¿En qué barrio?
R:
Vivíamos en la Barriada Girón.
P:
¿La educación que recibiste en casa, ideológicamente, cómo la
describirías?
R:
Pues, en ese tiempo… la ideología más bien no existía. [Le
sudan las manos y decido ayudar “En
casa no se hablaban de esas cosas”]
Sí en casa no se
hablaban de esas cosas, y es una de las cosas que he echado mucho de
menos, porque yo tenía 18 años cuando mi padre murió y yo a partir
de ahí he echado mucho de menos el hablar con mi padre de política,
porque un hermano de mi padre… perdona que no siga el guión,
porque así no sé … por pertenecer al partido socialista en la
República pues fue detenido y sentenciado a cadena perpetua. Yo eso
lo sabía, pero lo sabía así como de esquinilla, eso no era una
cosa demasiado pública, yo sé que murió en la casa porque le
dieron un permiso especial por tuberculosis y por no dejar que se
muriera en la cárcel.
Este
tío mío tuvo un hijo, [
se ve cómo se pierde en sus recuerdos y se le agolpan ]
, yo he rescatado la sentencia y la documentación de la familia,
porque mi padre conocía y sobornaba al cura de la prisión y le
conseguía permisos especiales a mi tío que consistían en permisos
de 2 ó 3 día para llevar como conductor al cura a Granada. Y en
esos días se quedaba en su casa con sus hijos. Y yo tengo esa
documentación guardadita, aunque no sirva para nada, la tengo
románticamente guardadita.
De
política no sabía nada, sólo lo que había aprendido en la JOC
(Juventudes Obreras Católicas), que fueron mis inicios políticos.
Inicio
Laboral
P:
¿Cuándo, con qué edad, empezaste a trabajar?
R:
Con 18 años
P:
¿Qué oficio tenías?
R:
Hice oficialía Industrial y mecánico tornero
P:
¿Cuál era tu salario y jornada?
R:
La jornada era complicada. Se trabajaba 48 horas semanales de lunes a
sábado y a dos turnos. En el turno de mañana salía el sábado a
las 3 de la tarde y entraba el lunes a las 3 de la tarde, cuando era
al revés salía el sábado a las 10 y media y entraba el lunes a
las 6 de la mañana, esos fines de semana eran bien cortos.
P:
¿En qué empresa?
R:
Jacinto Pariente S.A. Fábrica textil que se dedicaba a trabajar el
yute, sacos y cosas así. Allí trabaja esas 48 horas semanales, y el
año que mi padre murió (con 49 años) además trabajaba 5 ó 6
horas diarias más. Se me venía la mili encima, y tenía que ahorrar
dinero para entonces, en mi casa no había más ingreso, la pensión
de mi madre era una miseria. Cuando me fui a la mili, yo ganaba 90
Pts. Diarias y dejé en mi casa 22.000 Pts. Ahorradas, para que
tirara mi gente hasta que yo volviera. Un dineral. Esa es parte de mi
vida.
P:
¿En tu empresa estaba el sindicato vertical?
R:
Sí. Yo tuve bastante experiencia con el sindicato vertical, entre
otras cosas porque yo pertenecía… verás antes había igual que
ahora dos colegios, el de técnicos y el de especialistas [se
refiere a las elecciones sindicales y la división que la ley
determina para la elección de representantes por categorías
profesionales],
modestamente tengo que decir, que en unas elecciones sindicales [ le
brillan los
ojos y sonríe con orgullo]
, en el año 1965 ó 66 la gente se puso de acuerdo y me eligieron a
mí por unanimidad en el colegio de técnicos, pero como yo era
especialista no sirvió la votación, salió otra persona.
Militancia
y cárcel
Los
inicios de las Comisiones Obreras en málaga comenzaron, (como en
resto del país) a través de unos jóvenes comunistas y en unas
empresas determinadas como RENFE, CROSS, VERS, Industria Malagueña
(Metal, química, textil y construcción), con acciones como
manifestaciones en el 1º de mayo, y la participación en las
elecciones sindicales del año 1966.
P:
¿Qué te movió a militar como sindicalista? ¿Y de qué año
estamos hablando?
R:
Estamos hablando del año 1965, en el cual tuve contacto con esas
empresas, la mía era de la rama textil, conjuntamente con
Intelhorce, hicimos una serie de reuniones, elaboramos unas
octavillas clandestinas en una “vietnamita” y a raíz de eso es
cuando yo estuve detenido, porque la propaganda se repartió en
Intelhorce la noche antes de cuando estaba programado, la mínima
organización que existía, sin una ninguna infraestructura por
detrás, decidió repartirla de madrugada como siempre se había
hecho, pero el turno de noche la repartió por la noche… ahí hubo
una filtración, y la policía, antes de repartir empezó esa misma
noche a detener, y… ese fue mi primer contacto sindical.
Eran
gentes del PCE, todos menos yo…
P:
¿Llegaste a militar en el PCE?
R:
No, no llegué a militar en el PCE
P:
¿Tú primera acción sindical te llevó a la cárcel?
R:
Sí mi primera acción sindical fue esa, sí.
P:
¿Cuánto tiempo estuviste en la cárcel?
R:
Pues estuve treinta y tantos días.
P:
¿Cómo fue el interrogatorio?
R:
Estuve tres días… A mí me detuvo la Guardia Civil, entonces el
cuartel de Natera, en el pasillo de Natera. Me detuvieron un domingo
a mediodía en mi casa, estuve en Natera dos días y tres noches, y
de ahí pasé al juzgado, y allí en calidad de detenido me pasaron a
la cárcel y al Tribunal del Orden Público (TOP) y cómo allí había
tanta cantidad de expedientes estuve treinta y tanto días…. Cómo
a mí ni en comisaría, ni en el cuartel me pudieron probar nada,
entre otras cosas porque en mi casa quitaron todos los libros que yo
tenía que “eran” prohibidos, porque desde que me detuvieron
hasta que registraron mi casa mis hermanos y mi madre se encargaron
de quitar de en medio todos los papeles, cuando registraron la casa
no encontraron nada.
En
el interrogatorio, que yo si quieres cuento algo del interrogatorio,
porque ahí si que se ve lo que era…
P:
¿De qué te acusaron?
R:
De propaganda ilegal y asociación ilícita. Eso era lo típico.
Después salí absuelto en el TOP, porque no había ninguna prueba.
Sí hubo pruebas de que estuve reunido, ellos sabían incluso las
cafeterías donde habíamos estado reunidos. Eso no tuvo mayor
importancia porque salí absuelto, yo no cumplí condena. Sólo
estuve en calidad de detenido.
Del
interrogatorio… Tengo bastantes malos recuerdos. Nos detuvieron a
doce de personas, todos eran de Intelhorce y yo, a mí me detuvieron
el último
P:
¿Qué edad tenías?
R:
Yo tenía entonces 20 años. A mi me detuvieron a medio día, y… el
cuartel de Natera era un pasillo muy largo, cómo este que ves aquí
[ la
entrevista la hicimos en el Centro Cívico, que es actualmente su
centro de trabajo]
allí había una moto, y a mí me esposaron a la moto, sentado en el
suelo, y así estuve hasta las 10 y media o las 11 de la noche. Sin
saber quien había detenido y quien no, sólo sabía que yo estaba
detenido, no sabía más nada. Sabía el por qué. Y a esa hora me
pasaron al interrogatorio, con un teniente de la guardia civil y un
par de números. Y la primera entrada fue que si yo pertenecía a
Comisiones Obreras, y yo le dije que sí, que pertenecía a una
comisión obrera que se creó en la fábrica para dialogar con el
dueño de la fábrica y la gente se dirigía a esa comisión obrera.
La contestación que yo le di le cayó mal al teniente, y la reacción
del teniente fue, [ en
ese momento señala la puerta del despacho donde estamos, de techos
altos, donde por encima de la puerta asoma un cristal]
“ te voy a dar una patada en los cojones que vas a salir por el
cristal” y yo le dije : usted me ha preguntado una cosa y yo le he
contestado. “no es eso, yo te pregunto si perteneces a las
Comisiones Obreras” [ cuando
habla por boca del teniente de la guardia civil se le endurece el
rostro y su voz suena grave-]y
yo le pregunté: ¿y eso qué es? Esa fue la primera intervención.
Eso
fue durante toda la noche… Ah! Me preguntaron: “Tú conoces a…”
y me dieron una clase de nombres, y yo le dije que no conocía a esas
personas, que si los veía igual sí, pero que por los nombres pues
no, esos eran todos los que habían detenido, los otros doce, me
dijeron que me pusiera mirando a la pared y hicieron pasar a todos
los que habían detenido, que habían dicho que sí, que me conocían,
cuando ya estaban allí en la sala me dijeron que me volviera “Tú
no conoces a esta gente” dije que si, y me preguntaron que por qué
decía que no y yo dije: yo que sé.
Después
durante la noche y uno a uno nos sacaron, la idea era encontrar la
fotocopiadora, nos sacaron al patio, jugaban al poli bueno y al malo,
el malo con el pistolón en el costado se arrimaba a ti y te decía
“tú eres un HP… con guerra sicológica, al rato llegaba otro y
te decía “ sólo buscamos al que ha organizado esto y sabemos que
tú no eres, pero tú sabes quien es, y tú esta noche te vas a casa,
porque no veas la que está pasando tu madre,,, tu padre se murió
hace poco y la irritación que le estás dando a tu madre, en cuanto
digas quién ha organizado esto, ahora mismo te llevamos a tu casa”
yo no lo sé.
A
la siguiente noche nos echaron juntos al calabozo, nos contamos
nuestras experiencias en el interrogatorio y nos llevaron al Juzgado.
Y allí nos leyeron la declaración, no me acuerdo que ponía, sólo
que firme que no estaba conforme.
En
la cárcel lo pasamos bien, fue una experiencia interesante. El
primer domingo nos formaron a todos para ir a misa y nos pusimos de
acuerdo para no ir, nombramos portavoz que dijo que no íbamos. Se
formó una gran revolución en la cárcel, los funcionarios no sabían
qué hacer, la misa se celebró una hora mas tarde, no sabían que
hacer, decidieron que si queríamos ir pues que no fuéramos. Nos
encerraron solos en un patio a los que no queríamos ir a misa, y no
pasó absolutamente nada (…)
Negarse
en aquel tiempo a no ir a misa era una acto de valentía, éramos
muy jóvenes, teníamos muchas ilusiones, todavía me emociono de la
ilusión que tenía entonces, de pensar que la sociedad iba a
cambiar, que aportábamos algo minimamente, yo no creo que aportara
gran cosa, lo que podía.
Fue
una experiencia interesante, los presos comunes nos trataron muy
bien, en la cocina la comida que nos traían de casa nos la
calentaban, teníamos un trato diferencial los políticos como nos
llamaban; incluso los funcionarios (…)
Con
el susto de qué te iba a pasar después pero hicimos buenos
compañeros
Caída
de CC.OO. en 1968 y estado de excepción 1969
Las
detenciones y condena a dos años de cárcel de miembros de la
dirección hace casi desaparecer al sindicato en Málaga Tras casi
dos años de inactividad. A esto le sigue el estado de excepción de
1969, acusado por un periodo de gran conflictividad social y
laboral, que duraría hasta y después de la muerte de Franco.
P:
¿Cómo fue la recomposición de CC.OO. ? ¿Participaste en ella?
R:
en el 69 hubo en Málaga una reunión, en Torremolinos, en el
colegio, donde participó las JOC, el PCE, y BR (Bandera Roja) Paco
Trujillo, Fuencisla, Juan García, Camaño, éramos como 20 personas,
y era para ver cómo se reestructuraba con lo que había, y estaba
Inocencio, (de BR) aquella reunión fue el principio de aquella
reconstrucción, porque después de la caía de las gentes del PCE
las cosa se quedó un poco…
Represión
de 1970-1
El
régimen sigue ejerciendo una represión, cada vez mayor sobre las
Comisiones Obreras, con actuaciones “estelares” de la Brigada
Político Social y la Brigada de la Guardia Civil. En málaga en el
año 1970, fueron muchas las detenciones de militantes del sindicato
y/o del PCE.
A
consecuencia de este endurecimiento del régimen, en nuestra ciudad
se agudiza la protesta contra en Proceso de Burgos.
P:
¿En qué consistió esta reacción social y la reacción sindical?
R:
yo trabajaba en amoníaco, no, aún trabajaba en Jacinto Pariente
[hace
cálculos mentales]
allí coincidió con el cierre de S.A. VERS, hubo un movimiento
importante en málaga en contra de este cierre. Los trabajadores se
encerraron en la fábrica, y Bandera Roja con Fuencisla a la cabeza,
hicimos octavillas en solidaridad con los trabajadores, las tiramos
por la tapia para que ellos supieran que había apoyo exterior. Le
tirábamos paquetes de tabaco, bocadillos… Y la policía …
Y
en Jacinto Pariente hicimos dos huelgas, dos paros
P:
¿Cuánto duraban los paros?
R:
La primera vez la gente estaba descontenta por el sistema de primas
de producción. Lo estableció una empresa llamada Verau, yo era
consciente de ese descontento en la fábrica, yo era encargado, tenía
a mi cargo 50 y tantas personas. Un día nos reunimos a las 6 de la
mañana, antes de empezar a trabajar, y decidimos parar la fábrica
hasta que viniera la Inspección de Trabajo, fíjate que locura,
hasta que levantara acta de lo que estaba pasando. Decidimos parar a
la hora del bocadillo, a las 9 de la mañana y no arrancar las
máquinas hasta que no viniera la Inspección. Y eso hicimos, a las 9
y veinte, después del bocadillo, cada uno al pié de su máquina,
sin echar a andar la máquina. La textil es una industria muy
ruidosa, de la más contaminante de ruido, en la oficinas cuando
notaron que eran las nueve y media y aquello no arrancaba, dijeron
“bueno, ¿y aquí que pasa?”. El dueño de la fábrica, el
director (…) se dirigió a mí y me dijo “Antonio qué pasa?”,
y yo: pues que esta mañana ha decido todo el personal parar la
fábrica hasta que no venga la inspección de trabajo. Y a la media
hora estaba la Inspección de trabajo en la fábrica, levantó acta
de lo que estaba pasando, que no sirvió para nada, pero bueno, a las
10 y pico de la mañana arrancamos la fábrica y allí no pasó
absolutamente nada.
Yo
alucino, porque sin infraestructura, sin ningún sindicato que te
apoye, los trabajadores deciden hacer algo y lo hacen, y no nos pasó
a ninguno nada. Pariente (el dueño) sabía quién había organizado
eso, pero no pasó nada, tan es así que por el tiempo que yo estuve
detenido, él mandaba el sueldo a mi casa, a mi madre. Y cuando cerró
la fábrica, y nos indemnizaron, vi que no me habían dado de baja en
la seguridad social durante ese mes. No me había interrumpido el
contrato, se había dado ese lujo, como si no hubiese faltado ningún
día al trabajo, y cuando salí de la cárcel, fui a la fábrica,
llamé al dueño a su casa y le dije que ya estaba allí, le dije:
Don José ya estoy aquí, usted verá Y él me dijo “yo no tengo
nada que decirte, a ti ¿que turno te toca de mañana o de tarde?,
pues mañana nos veremos.
Es
una persona extraordinaria.
El
Proceso 1001 (1972-73)
La
detención de todos los dirigentes de CC.OO. que se habían convocado
en reunión para relanzar la Coordinadora, hizo dar un paso atrás a
los exiliados del PCE sobre la viabilidad del sindicato. Llegando a
plantearse hacer despertar a UGT, donde habían militado antes de la
escisión del PCE del Partido Socialista.
P:
¿Era esto conocido en las bases sindicalistas?
R:
De eso lo único que puedo decir es que hubo mucho gente, entre ellos
yo, que cuando en el debate de sindicato u organización, que fue un
debate interesante, y de eso si estaban las bases enteradas, yo
trabajaba en “amoníaco”, allí se estableció CC.OO. como
sindicato, hubo mucha gente que decidimos que un sindicato no era lo
que queríamos, que CC.OO. era una organización que tendría que
trabajar como una organización y no como un sindicato legalmente
establecido y tal, porque entonces no íbamos a parecer mucho a la
UGT, eso no nos pegaba a nosotros. De hecho yo estuve un año o más
sin afiliarme a Comisiones, como sindicato. Yo entendía, que había
vivido Comisiones de una manera y no quería meterme en una
estructura sindical.
A
eso creo que se refiere esa cuestión.
Con
el tiempo, ahí estábamos, que no quisimos integrarnos en
Comisiones, Inocencio Fernández, Antonio Turmo, que dijimos que
sindicato no, que queríamos militar en una Organización Obrera,
pero en un sindicato no, que con aquello se perdería la identidad
del nacimiento de Comisiones, que no nace como un sindicato, sino
como unas comisiones, estuvimos mucho tiempo sin querernos afiliar.
Más tarde, la evidencia de que así no íbamos a ninguna parte, que
no íbamos nosotros a abandonar la lucha obrera, por ser tan
cabezones. Y al final nos afiliamos.
P:
Y aquí estamos todavía.
R:
Yo voy a estar en Comisiones después de muerto. Para mi las
Comisiones Obreras no son CC.OO., YO soy Comisiones Obreras, y quien
no lo vea así, peor para ellos. Comisiones Obreras somos yo, tú, el
otro y la otra, somos nosotros, en tanto en cuanto que seamos capaces
de mantener al menos eso que todavía perdura en los estatutos, que
es la transformación de esta sociedad en una sociedad socialista,
mientras que ese principio perdure, que es el que más me interesa a
mí, yo soy muy egoísta, y lo que quiero es cambiar la sociedad, no
inmiscuirme en esta sociedad, y siempre estaré al margen de esta
sociedad, no la comparto y por tanto no la quiero, y como no la
quiero tengo que hacer algo para transformarla.
P:
Anarquista funcionario, que hay que cambiar la sociedad desde dentro.
R:
¡Claro, anarquista! y estoy en contra del que el régimen sea
monárquico, yo soy federalista, si no anarquista… que a lo mejor
es el otro paso, quiero pertenecer a un estado federal.
P:
En el proceso 1001, que fue en el año 72 y los juicios en el 73¿Cómo
reaccionó CC.OO. en málaga ante el proceso 1001, y la desmesura de
sus condenas? ¿Hubo acciones concretas en la provincia?
R:
De la provincia no tengo mucho… pero si recuerdo concentraciones en
la fábrica. Eso es lo único que recuerdo que se hiciera en málaga.
P:
¿Crees que el hecho de que ETA atentara contra Carrero Blanco el día
de la vista oral en el juicio 1001 era con el fin de arrebatar a
CC.OO. el protagonismo de la fecha y el sentido de la lucha por la
libertad?
R:
Yo no… ahí no sé. Te puedo dar una opinión personal, sólo puedo
decir de la voladura del Carrero Blanco, como un acontecimiento
histórico de mucha importancia, para mí, [ oigo,
no sin asombro, pero situándome en esa época, en el centro de todos
los acontecimientos del momento y procuro
comprender
] aplaudo aquello, con las manos y los pies. Me llevé una gran
alegría, yo no tengo nada que ver con ETA, pero aquello cambió
bastante el mundo… fue un acontecimiento político importante, para
mí.
Divisiones
en CC.OO.
Siempre
he pensado que la derecha va unida porque su ideología es una y
compartida, es común. Sin embargo en la izquierda cada uno tenemos
nuestra propia ideología, aunque sea la misma en el fin, y en el
objetivo pero el pensamiento “son muchos”, y el interés del
capital solo uno.
Las
Comisiones Obreras en málaga empezaron a sufrir esta división en la
diferente manera de llevar a cabo el sindicalismo entre los
militantes del PCE encabezados por Francisco Trujillo y los
militantes de la OCE-BR de Fuencisla García (trabajadora de CITESA)
P:
¿Cómo crees que todas estas situaciones y rupturas han influido en
el sindicalismo de CC.OO.? ¿Nos ha hecho más fuertes, o por el
contrario, lo ha debilitado?
R:
Estoy seguro que las divisiones, las diferentes opiniones de la
izquierda, lo único que hace es fortalecer, a largo lazo, claro. En
momentos puntuales, cualquier tendencia que hay en Comisiones lo que
hace es dividir y flaquea la organización, pero eso es necesario.
Lo que yo digo es que en la situación que estamos ahora en el 2006,
[ es un tema
que le enciende y en cierto modo se nota que le toca una fibra
sensible, eleva el tono
de
voz y sus
gestos se hacen más enérgicos]
que haya gente con tendencias como los llamamos críticas, sólo
tiene una solución. ¡Crítico! ¡Trabajo!, ¡Más crítico?, ¡más
trabajo! y ya veremos si sigue habiendo críticos o no. Yo creo que
la crítica es bueno, pero sólo la entiendo constructiva y
trabajando, yo no le tengo miedo a que haya críticos en Comisiones
Obreras, no le tengo miedo a que haya “zorrocotroccoos” en la
organización, tendrán su ideología, yo tendré lamía, pero vamos
a ponernos los dos a trabajar, y las críticas y las ideologías se
discuten en los congresos, se ha acabado el congreso, y su puta madre
el que no trabaje. Yo la máxima de crítica con propuestas, puta
madre, ahora, crítica y ya está, no. Porque crítica y ya está,
no. Crítica y propuesta, propuesta ideológica y de trabajo
conjuntamente, y así seguiremos caminando. Yo no tengo ninguna duda
que las tendencias y las distintas ideologías, siempre y cuando no
sean de derecha, lo único que hace es fortalecer, a la larga. La
aportación del PCE y de Bandera Roja en su día y de una rama
importante de los cristianos, lo único que hizo en su día fue
fortalecer.
Militancia
y Sindicalismo
Quiero
preguntarte de temas más generales, hay algunas preguntas que ya me
has contestado, volviendo a los años sesenta
P:¿Cómo
entendía tu familia tu militancia en la clandestinidad?
R:
He tenido la suerte de criarme con una libertad inusual, no sé si
eso va unido a la educación de responsabilidad, seguramente sí.
Cuando todo el mundo tenía que estar a las 10 en su casa yo podía
llegar a las cinco de la mañana, pero a las 10 iba a mi casa, porque
no había teléfono y decía a mi padre y a mi madre: que voy a
llegar más tarde, entonces yo llegaba a la hora que fuera y jamás
se me ha preguntado dónde estaba. Y yo de eso estoy contentísimo.
Cuando terminé la Formación Profesional, decidí que en mi casa
hacía falta trabajar, y le dije a mi padre que yo no iba a estudiar,
iba a trabajar y mi padre me dijo “ya verás lo que haces”, pero
tampoco me mandó a trabajar, ni me dijo que hacía falta que
trabajara porque hacía falta dinero, que faltaba. El primer verano
que terminé oficialía, con Paco Puche que había terminado perito,
me estuvo preparando para hacer perito, entonces para hacer perito
hacía falta hacer una selectividad que era criminal, a los que
veníamos de oficialía nos hacían una criba que era la ostia, a los
que venían de estudiar bachillerato no, a esa gente no, eran más
listo que los que habíamos hecho oficialía y esa gente entraba
directamente a perito, pero los que veníamos de oficialía éramos
los más torpes, sabíamos un oficio, pero estudiar… entonces me di
cuenta que no podía ser y me fui a trabajar.
Después
con 40 años o por ahí, me saqué el acceso a la universidad y
estudié magisterio por mi cuenta, que después no me ha servido para
nada,,, por estudiar.
En
mi casa, si yo militaba o no, yo podía hacer lo que quisiera, tenía
libertad para hacer lo que quisiera, desde pequeño, así que no lo
veían ni mal ni bien, si no que si había decidido eso estaba bien
hecho.
P:
¿Fue fundamental el papel de la clase obrera y de Comisiones Obreras
en la lucha por las libertades en España?
R:
Creo que fue importantísima, teniendo en cuenta que políticamente
cuando le arrebataron el poder al pueblo con la Guerra Civil, los
políticos hicieron poco. El que murió, murió, y el que no, se fue
al extranjero y hicieron poco desde allí por este país. Si no hay
desde las minas de la Panocha, la primera huelga general, donde
aquella experiencia, que yo seguí como pude, escuchando Radio
Pirenáica y Radio España independiente que emitía desde París, yo
me daba cuenta que la única manera de revolver esto era la clase
trabajadora organizada como podía, como podía en las comisiones.
Fue importantísima, creo que fue un cambio importante y yo creo que
el PCE tuvo un acierto en tomar el sindicato vertical en su momento,
y desde dentro, que eso fue un debate interesante “Seguimos en la
clandestinidad total o utilizamos la estructura del sindicato
vertical para movernos de otra manera?” De ahí, de eso en
concreto, de esa toma del sindicato vertical de los que éramos
delegados sindicales, jurados de empresa, yo creo que de ahí mucha
gente de la que hoy capitanea la política en Málaga desde que se
estableció estas libertades que tenemos hasta ahora, como Paco
Oliva, como Carlos Sanjuán, Enrique Linde, (…) yo creo que eso
despertó la conciencia de mucha gente.
Cuando
me encuentro con Paco Oliva y me saluda efusivamente, le digo: ¿te
acuerdas de cuando eras el abogado del textil del sindicato
vertical?, yo se lo recuerdo, la verdad, sin ningún ánimo de
ofender a nadie, sino para que él sepa de donde son sus raíces y
sepa de dónde bebió, él bebió de nosotros, de los trabajadores,
él era del sindicato vertical, de la empresa. Cuando formábamos
algún follón en la empresa y me dirigía a los abogados del
sindicato vertical, ellos ya sabían a lo que iba, mi empresario
había llamado al sindicato vertical…
Con
Carlos Sanjuán, Oliva y Román, fueron a mi casa una noche de Reyes,
me acuerdo perfectamente, para que yo me afiliara, iban a formar el
PSOE y después de la cabalgata fueron a mi casa, todavía en
semiclandestinidad. Y les dije que yo la PSOE no me afiliaba por nada
del mundo, que yo no compartía la ideología del PSOE y desde
entonces hubo gente como Carlos Sanjuán que me retiró la palabra y
ya nunca más he hablado con él, desde aquella noche. Es verdad que
Oliva que no, me ve y nos saludamos, pero Sanjuán tiene esa espina
clavada, yo no digo que no, pero que vaya que perita, pero bueno.
Esa
fue mi experiencia primera con el PSOE, PSOE.
P:
¿Qué mueve a las personas a comprometerse así, como tú, con unos
ideales, en contra del sistema político del momento y llevarlo hasta
los días en que ya piensas en tu jubilación?
R:
¿Qué me mueve a mí a eso? Yo creo que está casi contestado, a mi
lo que me ha movido siempre es la disconformidad con el sistema, yo
no he militado nunca en el PCE, porque me parece que alienarme con
una política concreta que no sea la de los trabajadores de base, por
eso estuve años sin afiliarme a Comisiones Obreras, porque me
parecía que no era lo que pegaba conmigo, yo quería algo más de
libertad que estar en una estructura tan rígida como el PCE. A mí
lo que me ha movido de siempre ha sido el cambio de esta sociedad, la
disconformidad, la rebelión que tengo desde chiquitillo contra el
sistema establecido. Yo sé que al final algún sistema tiene que
haber, que perdurar y que regir esto, pero no el sistema que hay
ahora, ni mucho menos. El capitalismo, que cada año que pasa es más
neo capitalista, y más multi-marca… y en eso estoy y además, será
por romanticismo, por convencimiento, yo creo que esta sociedad va a
cambiar, porque tal como está tiene que cambiar, y los sindicatos
creo que tenemos un trabajo importantísimo. En los congresos, cuando
he hecho alguna ponencia o una enmienda, siempre va dirigida a la
formación de la juventud (…), estoy obsesionado seguramente, pero
creo la única manera del cambio de la sociedad es la educación, la
educación tiene que pasar porque en la escuela la historia primero
de empiece para atrás, no empezar por los godos, ni los celtas. Eso
está muy bien para quien quiera aprender historia, pero para cambiar
esta sociedad hay que explicarle a los niños lo que ha pasado y esas
seudolibertades que ahora tenemos se deben a unas circunstancias que
han pasado en esta historia reciente de España, y por ahí habría
que empezar la historia.
Los
sindicatos tenemos la obligación de ir a las escuelas profesionales,
a los institutos a explicarles lo que es el sindicato de CC.OO. Ya me
guardaría yo de comerles el coco a nadie, pero sí explicarle cuáles
son los derechos de los trabajadores, cuando te incorpores al trabajo
te vas a encontrar con esto, y esto y hay que organizar… esta
sociedad hay que cambiarla y tenéis que entender que cuando os
incorporéis al trabajo os vais a encontrar con un mar de confusión
y eso tenemos CC.OO. la obligación de explicarlo, sin letrero de
CC.OO., con un pin para que sepan quienes somos, pero no queremos que
te afilies, sólo queremos convencerte de la necesidad de estar
organizados los trabajadores para el cambio de la sociedad, y después
tú te afilias donde te de la gana. [Suspira,
el tema le entusiasma, y sé bien que también le irrita]
P:
¿Quieres añadir algo más? Algo que creas necesario que aparezca en
esta entrevista para que queda claro la historia de CC.OO. en
Málaga..
R:
No sé que más decirte. Seguramente cuando te vayas pensaré que
debía haber dicho no sé qué.
Yo…
CC.OO. personalmente, como te he dicho antes yo soy Comisiones
Obreras, y creo que todos los afiliados deberíamos sentirnos
Comisiones, pero para eso, vuelvo a insistir, es imprescindible, que
nosotros expliquemos efectivamente qué es Comisiones Obreras.
Tenemos un papel importante que realizar, que ya no es sólo el de
servicios, y no estoy en contra de los servicios ni mucho menos,
habrá que prestar los servicios necesarios, pero eso no entra en
contradicción con lo principal. No sé si por esto soy crítico o
no, no sé qué es ser crítico. Yo no voy a cambiar nada, desde que
tenía 17 años que empecé a movilizarme, hasta ahora que tengo 61,
sólo he querido ser fiel con mi trabajo, yo me siento muy contento
con mi trabajo. Yo no puedo decir que mi empresa es una empresa
mala, diré que los políticos o los técnicos no saben, pero que
nadie me diga que el Centro Cívico es una mierda, porque yo también
soy el Centro Cívico y me estás ofendiendo, dime que esto está
bien o está mal, pero no me ofendas (…) [Da
un manotazo a la mesa, me sonríe con satisfacción y da por
concluida la entrevista
]
Pues
esa es mi ideología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario